Nuestro sueño comenzó aquí, en Calzada del Hueso, en la Ciudad de México. Un lugar con el nombre perfecto para abrir una carnicería, no sabemos si es curiosidad o presagio, pero nos gusta creer en ambas.
Entre una ubicación relacionada con nuestro negocio y toneladas de cortes de carne, pasando por nuestros cuchillos, mesas y vitrinas, se nos ocurrió llevarlos a un lugar común: una parrilla, pero de otra forma, con otras mezclas, con nuevos ingredientes.
Con el mismo gusto a carbón, pero con sabores que conviven entre sí, que salen desde la imaginación, de nuestro antojo, haciendo honor en cada mordida a cada detalle invertido.